La oclusión intestinal representa el 20% de las hospitalizaciones quirúrgicas agudas, convirtiéndose en 300 mil admisiones hospitalarias anuales.
Por lo menos en Estados Unidos, tiene una tasa de mortalidad de 30 mil casos anuales a nivel mundial.
De acuerdo con esto, es de suma importancia conocer sus síntomas principales, para lograr acudir de forma inmediata a recibir atención médica en caso de presentarlos.
¿Qué es?
La oclusión intestinal se define como la presencia de un bloqueo parcial o total de cualquier región del tracto intestinal, sin tener un compromiso vascular.
Cuando se presenta una oclusión estrangulada, y, si se encuentra comprometido el flujo vascular, puede producirse una necrosis intestinal.
Causas.
Las causas de esta entidad patológica varían según la región intestinal donde se encuentre. A continuación expondremos una clasificación general que compromete sus principales variantes:
Intestino delgado.
El intestino delgado es la parte más larga de las vísceras huecas, por lo tanto, presenta mayor riesgo de un cuadro obstructivo.
La etiología en esta zona se engloba entre las causas generales, las cuales son:
- Adherencias: Es la causa del 90% de los cuadros de obstrucción, se presenta en pacientes que tienen antecedentes de una cirugía abdominal.
- Estas son pequeñas líneas de fibrina que ocasionan una adherencia entre las asas intestinales.
- En algunos casos, puede llegar a causar una disminución de la luz intestinal.
- Hernias: Estas pueden presentarse posterior a una intervención quirúrgica o por un aumento de la presión abdominal causando una protrusión intestinal.
- Hematomas
- Carcinomatosis/ Tumor neoplásico
- Diverticulitis
- Enfermedad de Crohn
Intestino grueso.
Las obstrucción del colon se clasifican en dos grupos importantes:
- Extrínsecas: Adherencias, Vólvulos y Endometriosis.
- Intrínsecas: Cáncer de colon, lesiones congénitas, diverticulitis, colitis ulcerativa, impactación fecal, entre otras.
Diagnóstico.
Para poder realizar una detección adecuada del padecimiento tenemos que tener en cuenta los factores de riesgo según el grupo de edad en el cual se encuentre el paciente.
Esto modificará las posibles causas y las manifestaciones clínicas presentarán variaciones.
- Neonatos: Este grupo se encuentra formado desde el momento del nacimiento hasta los 24 meses, en ellos se deben descartar alternativas congénitas como pueden ser el íleo meconial o la enfermedad de Hirschsprung, así como un ano imperforado.
- Adultos jóvenes: En este grupo etario, se deben descartar enfermedades inflamatorias del intestino o herniaciones secundarias a intervenciones quirúrgicas.
- Ancianos: Con los adultos mayores, además de las causas previamente mencionadas, se debe descartar la presencia de cáncer, impactación fecal por un estado de postración prolongado o la presencia de una enfermedad diverticular.
Síntomas principales.
- Náusea y vómito. Estos síntomas comenzarán a prestarse cuando los niveles de gas, líquido biliar y heces aumentan en la porción intestinal obstruida, causando una incomodidad importante del paciente, con una pérdida total o parcial del apetito.
De acuerdo a la porción del intestino que se encuentre obstruida, se darán las características del vómito, por ejemplo:
- Cuando se encuentra obstruido el píloro, que es la porción que une el estómago con el intestino delgado, el contenido del vómito será de tipo gástrico y con contenido alimenticio.
Pero en el caso de de que existiera una obstrucción a nivel del íleo, que es la última porción del intestino delgado y la unión de este con el intestino grueso, el contenido del vómito en este caso será de tipo fecaloide.
- Distensión abdominal. Esta se produce de forma gradual y progresiva, hasta lograr liberarse por medio de los vómitos y la colocación de una sonda nasogástrica.
- Este es uno de los síntomas característicos de una obstrucción intestinal, se debe al acumulado de gases, jugos digestivos y biliares, causando una inflamación severa de las asas intestinales.
- Dolor abdominal. El dolor que se presenta en este tipo de cuadros es dolor tipo cólico, el cual inicia, en el centro del abdomen y la zona afectada.
- Sin embargo, posteriormente el dolor será generalizado por el proceso inflamatorio.
- Cuando el dolor es intenso e inmovilizante, puede indicar la presencia de isquemia/necrosis de las asas intestinales o la presencia de una perforación de la zona afectada.
En caso de presentarse una perforación intestinal, el cuadro se complica, puesto qué, se produce un cuadro de sepsis, es decir, una contaminación de todos los órganos abdominales, aumentado de manera importante la mortalidad del paciente.
Estudios complementarios.
Para lograr un diagnóstico oportuno, se sugiere realizar diversos estudios de laboratorio e imagen, entre los cuales se encuentran:
- Biometría hemática. En ella podremos observar si existe una elevación de los leucocitos, los cuales son indicativos de un cuadro infeccioso, depende del grado de elevación de estas células podremos identificar la severidad del cuadro.
Así como también, podemos observar una elevación importante del hematocrito, cuando el paciente presenta un estado de deshidratación severo.
- Electrolitos. Entre las principales se encuentran una pérdida importante de sodio y calcio, esto se debe a que, por el proceso inflamatorio, no existe una adecuada absorción de nutrientes a nivel del intestino.
- Radiografía de abdomen. Los estudios de imagen son fundamentales, en caso de existir un cuadro de obstrucción intestinal, se observa un borramiento de estructuras y niveles hidroaéreos por el aumento de gases, líquido libre en cavidad.
- También se pueden observar la obstrucción y su causa (litos, divertículos, heces, tumoraciones).
- Se puede usar un medio de contraste para valorar si existe una disminución de la actividad intestinal y la severidad de obstrucción.
- Sin embargo, se encuentra contraindicado el uso de contraste en caso de existir sospecha de una perforación.
Tratamiento.
Es importante tener en cuenta, que esta patología requiere ser manejada de forma intrahospitalaria.
Por lo qué es importante acudir de forma inmediata al servicio de urgencias en caso de presentar alguno de los síntomas antes mencionados.
El tratamiento, en la mayoría de los casos requiere de una intervención quirúrgica, sin embargo, existen algunas medidas generales que nos ayudan a mejor los síntomas y obtener una recuperación adecuada
- Rehidratación. Se debe iniciar con soluciones de manera intravenosa, con la finalidad de administrar los líquidos y electrolitos perdidos.
- Aplicación de sonda nasogástrica. Con la ayuda de esta sonda hasta un 78% de los pacientes que presentan una obstrucción intestinal por adherencias se restablecen adecuadamente sin necesidad de una intervención quirúrgica; ayuda a disminuir la distensión abdominal, mejorando el dolor y la ventilación.
La sonda se retira cuando disminuye el gasto de la sonda y cuando el paciente comienza a evacuar y presentar flatulencias, esto es posterior a los 7 días de su colocación.
- Tratamiento antibiótico. Se inicia con antibióticos de amplio espectro, es decir, ayudan a prevenir y combatir un gran número de bacterias.
- Manejo quirúrgico. Cuando se trata de una obstrucción intestinal total o causada por una masa tumoral, se debe realizar una laparotomía exploratoria.
- En dicha cirugía se realiza una resección de la zona afectada, así como la corrección de la causa subyacente ( extirpación de la tumoración, disección de los divertículos o corrección de la hernia).
En este tipo de intervenciones se debe hacer una limpieza de la cavidad abdominal y verificar que no exista una perforación intestinal.
Una vez que se realiza la corrección del proceso obstructivo, únicamente el 15 % de los pacientes presenta un nuevo cuadro de obstrucción.
A los pacientes que presentan adherencias o una obstrucción parcial, se les sugiere un manejo conservador.
Como el que mencionamos anteriormente, el 78% de los pacientes que presentan este tipo de obstrucción presentan una mejoría importante.
Es importante mencionar que de no ser requerida, se evite la cirugía, puesto que aumenta la morbimortalidad con cuadros más frecuentes y severos de obstrucción.
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