¿Qué es la enfermedad celíaca y cómo afecta al intestino delgado?

Enfermedad Celíaca

La enfermedad celíaca es uno de los trastornos digestivos con mayor prevalencia en el mundo y una de las enfermedades de transmisión genética más frecuentes. 

La prevalencia de dicha patología es de aproximadamente 1% de la población occidental.

Lamentablemente en el 70% de los casos es subdiagnosticado, por lo qué el manejo es inadecuado. 

En décadas pasadas la enfermedad celíaca  fue considerada como una enfermedad infantil poco frecuente. 

Sin embargo, actualmente, gracias al descubrimiento de los anticuerpos específicos, se ha demostrado que la enfermedad es más común de lo que se creía anteriormente. 

Dicha patología tiene mayor prevalencia en mujeres, 2:1 con respecto a los hombres; siendo la población europea y norteamérica las más afectadas, esto debido a su alimentación con altos niveles de gluten. 

¿Qué es? 

La enfermedad celíaca es una enfermedad sistémica inmunomediada, que se caracteriza por una inflamación intestinal crónica producida por el consumo de gluten

En esta enfermedad se produce una reacción del sistema inmunológico ante el gluten.

Esta proteína  se encuentra en algunos cereales, como la cebada, el trigo, el centeno y la espelta. 

Esta reacción va a producir una inflamación crónica de la mucosa del intestino delgado y de forma progresiva va a producir un daño severo en las vellosidades intestinales, dando como resultado un síndrome de malabsorción

El proceso inflamatorio comienza como un cuadro de indigestión, la cual es una sensación inespecífica de malestar en la parte superior del abdomen.

Esta se presenta durante o inmediatamente después de la ingesta de alimentos.

Los pacientes que presentan un cuadro de ingestión refieren una sensación de ardor o dolor entre el ombligo y la boca del estómago, así como la sensación de estar llenos sin ingerir grandes cantidades de alimentos. 

Atrofia del intestino delgado.

La mucosa del intestino delgado se encuentra revestida por vellosidades, que se encargan de la captación y absorción de los nutrientes. 

En pacientes que presentan un cuadro de enfermedad celíaca, según el grado de severidad del cuadro, se puede observar una atrofia importante de las microvellosidades.

Debido al daño severo de la mucosa intestinal la absorción de sustancias nutritivas se verá seriamente afectada, favoreciendo al desarrollo de cuadros de desnutrición y carencias de nutrientes. 

Factores inmunológicos

La enfermedad celíaca es una enfermedad inflamatoria con susceptibilidad genética, producida por el consumo de gluten.

Dicha proteína se encuentra en cereales como el trigo, el centeno, la cebada, entre otros.

El gluten es una proteína de difícil digestión, por lo qué en pacientes con enfermedad celíaca se produce una respuesta inmune exagerada en la cual se generan células proinflamatorias que dañan el intestino. 

Factores genéticos. 

Se observa una mayor incidencia en gemelos, los cuales tienen hasta un 80% más de riesgo de desarrollar dicha patología. 

Entre los factores genéticos, es de suma importancia el sistema de antígenos leucocitarios humanos, el cual es un grupo de genes, encargados de detectar sustancias ajenas al organismo. 

En un 95% de los pacientes con enfermedad celíaca se observan los genotipos HLA-DQ2 y/o HLA-DQ8, los cuales se encuentran asociados al desarrollo de la enfermedad celíaca. 

Es cierto, que estos genotipos son indispensables para el desarrollo de la enfermedad, pero se requieren de más factores asociados para que se presenten los síntomas en un paciente, estos genes se encuentran en más de 25% de la población y únicamente el 1% van a desarrollar la enfermedad celíaca. 

Síntomas. 

El cuadro clínico de enfermedad celíaca va a depender de la edad en que se presenten los síntomas, ya qué según el grupo etario la clínica varía, los síntomas asociados con esta entidad patológica  son: 

  • Diarrea y/o Estreñimiento 
  • Dolor abdominal 
  • Distensión abdominal 
  • Vómitos y náuseas. 
  • Pérdida del apetito

En el caso de los pacientes pediátricos se pueden encontrar con irritabilidad y problemas del crecimiento. 

Actualmente, se conoce que la enfermedad celíaca no se manifiesta exclusivamente con síntomas gastrointestinales, también se pueden presentar síntomas extraintestinales poco específicos, entre los cuales se encuentran: 

  • Osteoporosis 
  • Dolores articulares
  • Aftas bucales 
  • Anemia 
  • Hemorragias internas (déficit de vitamina k) 
  • Migrañas 
  • Infertilidad. 
  • Cansancio excesivo 
  • Trastornos neurológicos. 
  • Pérdida de peso.

El cuadro clásico de enfermedad celíaca se presenta en niños, presentando síntomas algunos meses después del destete presentado el cuadro clásico,  sin embargo, actualmente se han descrito casos en pacientes adultos, predominando en ellos los síntomas extraintestinales. 

Diagnóstico 

Actualmente el diagnóstico se realiza por medio de las manifestaciones clínicas y con apoyo de estudios genéticos y serológicos, además de realizar un análisis de la respuesta del paciente a ingesta de gluten, con la finalidad de confirmar el diagnóstico. 

Tras los exámenes serológicos e histológicos, se debe eliminar la ingesta de gluten.

De esta forma el diagnóstico de la enfermedad celíaca se confirma con la mejoría de los síntomas y al momento de volver a realizar un análisis de los anticuerpos, estos disminuyen tras los cambios en la alimentación. 

Tratamiento. 

Actualmente, el único manejo existente para la enfermedad celíaca es una alimentación estricta libre de gluten; es importante eliminar por completo todos los derivados del trigo y el centeno. 

Es importante eliminar hasta los alimentos que presentan trazas de gluten, que se encuentran en diversas pastas, golosinas y embutidos.  

Anteriormente se creía que la avena, posee altos niveles de gluten.

Sin embargo, estudios recientes demuestran, que la avena pura en cantidad controlada, es un valioso complemento para la alimentación sin gluten. 

Una vez que se realizan los cambios en la dieta, el paciente presenta una mejoría general debido a que: 

  • El tejido intestinal se regenera. 
  • El cuerpo absorbe de forma correcta los micro y macro nutrientes. 
  • Mejora el estado físico y mental. 
  • Los valores de anticuerpos se encuentran en valores normales. 
  • Disminuye el riesgo de complicaciones a largo plazo. 

La mayoría de los pacientes celíacos reaccionan favorablemente a la dieta sin gluten, mejorando los síntomas considerablemente.

Si el paciente no sigue una alimentación estricta sin gluten, aumenta de forma considerable el riesgo de complicaciones, desarrollando patologías severas como lo son la osteoporosis, tumores malignos o úlceras intestinales. 

Dieta libre de gluten. 

El llevar una alimentación libre de gluten, requiere de una gran disciplina y orientación de profesionales.

Se busca siempre elegir los alimentos adecuados  para obtener todos los requerimientos  nutricionales.

A continuación se mencionan algunos de los alimentos permitidos en este régimen alimenticio. 

  • Frutas y verduras frescas
  • Carnes magras, pescado y pollo. 
  • Legumbres y avena pura. 
  • Frutos secos no procesados 
  • Productos lácteos bajos en grasa y huevo. 
  • Harinas de arroz, almendras o soya. 
  • Maíz y sus derivados
  • Quinoa

Mantener una dieta libre de gluten es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedad celíaca, por lo que se sugiere, que además de llevar el control con un gastroenterólogo calificado, se busque apoyo de un nutriólogo certificado, esto con la finalidad de lograr una correcta ingesta de alimentos, evitando los déficits de nutrientes por las modificaciones en la dieta. 

Seguimiento. 

Al inicio se sugiere un seguimiento a los 3 o 6 meses, hasta que desaparezcan por completo los síntomas y los niveles de anticuerpos se encuentren en rangos normales. 

No se sugiere realizar biopsias del intestino delgado para el seguimiento, salvo que se observe alguna alteración neoplásica en la primera muestra. 

Si tras las modificaciones en la dieta, el paciente presenta una respuesta adecuada, se pueden sugerir las valoraciones de manera anual. 

Debido a que la enfermedad presenta alteraciones sistémicas, se debe realizar un manejo multidisciplinario, por lo que es importante contar con un personal altamente capacitado para su manejo y control y evitar las complicaciones antes mencionadas. 

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